Un día, gracias a un psicólogo, fui capaz de ponerle un nombre a algo que me llevaba sucediendo toda la vida. Ese algo era un ruido interno, un temor a nada y a todo al mismo tiempo. Siempre achaqué este “ruido” al hecho de haber crecido en una ciudad como Caracas, donde temía el atraco inminente.
#4 Primer obstáculo superado
#4 Primer obstáculo superado
#4 Primer obstáculo superado
Un día, gracias a un psicólogo, fui capaz de ponerle un nombre a algo que me llevaba sucediendo toda la vida. Ese algo era un ruido interno, un temor a nada y a todo al mismo tiempo. Siempre achaqué este “ruido” al hecho de haber crecido en una ciudad como Caracas, donde temía el atraco inminente.